¡Descubre la Majestuosidad del Caballo Criollo Colombiano en la 65ª EXPOINTERNACIONAL EQUINA – FERIA DE LAS FLORES!

La Asociación de Criadores de Caballos Criollos Colombianos de Silla (ASDESILLA) ha anunciado oficialmente el lanzamiento de la 65ª EXPOINTERNACIONAL EQUINA – FERIA DE LAS FLORES, Grado A. Este evento se llevará a cabo del 6 al 10 de agosto en Rionegro, Antioquia, y es reconocido como el más significativo del Caballo Criollo Colombiano a nivel mundial. En el marco de la Feria de las Flores de Medellín, la exposición se dedicará a celebrar la majestuosidad y la relevancia de estos caballos, que representan un símbolo de orgullo y tradición en Colombia.

Durante cinco días, la feria ofrecerá una amplia variedad de actividades que atraerán a miles de visitantes nacionales e internacionales. Con más de 700 caballos en exhibición y múltiples competencias, los asistentes podrán disfrutar de presentaciones de trote y galope, trocha y paso fino, entre otras. Además, se contará con una zona gastronómica y diversas actividades culturales, artísticas y recreativas que resaltarán la belleza de los caballos y la riqueza cultural de Colombia. El evento se espera que genere una significativa derrama económica y numerosos empleos directos e indirectos.

El Caballo Criollo Colombiano es una raza única que ha evolucionado en las condiciones geográficas y climáticas de Colombia. Conocido por su andar suave y su brío, es ideal para labores en el campo, equitación, equinoterapia, competencias y cabalgatas. Estos caballos no solo son un orgullo cultural, sino también un pilar importante para la economía rural, gracias a su adaptabilidad y resistencia. Su cría y conservación son fundamentales para mantener viva esta herencia cultural, y ASDESILLA trabaja arduamente en la mejora de la raza y la promoción de su reconocimiento a nivel mundial.

ASDESILLA también está comprometida con el bienestar y las buenas prácticas en el uso del Caballo Criollo Colombiano. A través de programas educativos y regulaciones estrictas, se asegura que los caballos reciban un cuidado adecuado y se fomenta el entrenamiento ético y responsable. La preservación de esta raza no solo mantiene vivo un legado cultural, sino que también contribuye al desarrollo sostenible del campo colombiano, asegurando un futuro próspero para las generaciones venideras.