Historia de mi viaje a Cispata

Este año Viva Air y Cispata Marina Hotel me invitaron a un Fam Press en la Bahía de Cispata, donde viví un fin de semana espectacular.

Ese viernes salimos desde las oficinas de Cispata en Medellín en un vehículo contratado por la empresa que nos llevó hasta el aeropuerto José María Córdova, cuando llegamos a Rionegro en medio de risas y diálogo abordamos el avión de Viva Air, en el que nos dieron un súper capuchino de bienvenida y con un vuelo cumplido, la salida a la hora exacta, el personal amable e impecable, los aviones en su interior muy cómodos, lo mejor es que tienen un bar restaurante donde se puede hacer pedidos al gusto del viajero con un costo adicional, llegando a Montería después de 45 minutos de vuelo se abren las compuertas y ya se sentía el calor delicioso de esta tierra que te abraza calurosamente y te pone tu mente en otro ritmo, para descubrir nuevas experiencias.

Tomamos un carro que nos llevó a un lugar donde probamos las mejores empanadas y Quibbes de la ciudad, luego nos fuimos directo al hotel Cispata Marina Hotel.

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Un lugar completamente mágico ubicado en toda la bahía de Cispata, rodeado por agua de manglar y mar, sus casas son tipo suizo, sus habitaciones realmente cómodas, nos quedamos en una de ellas y comenzó la fiesta ya que sus anfitriones nos sorprendieron con una linda bienvenida, en el restaurante con el menú exclusivo del chef con platos autóctonos de la región combinados con la cultura costeña, les cuento que estar en ese lugar sentir la brisa suave, el olor delicioso a naturaleza y ver esos platos diseñados con sabores deliciosos que te hacen agua la boca, todo esto combinado con el paisaje hace de la experiencia algo realmente inolvidable.

 

Lo más chévere es que en esta ocasión compartí con amigos de la vida como lo es Olga Vilchez, una gran compañera de viaje.

La que fuera de actuar como líder, es una amiga, mamá y de verdad te hace sentir en familia, es algo muy importante ya que estas en otro entorno y con ella las cosas tienen mucho color y energía llena de motivación.

 

 

Al otro día como es normal en un viaje, madrugué y nos fuimos para Tuchín, lugar en el que se comercializa la fibra de caña flecha o sea de palma y los sombreros que todos quieren llevar a casa, los llamados Vueltiaos, me encantó conocer de primera mano su cultura, su gente hermosa, que con la sonrisa conquista todos los corazones.

Luego nos fuimos para Lorica, en todo el camino disfruté de la fauna y la flora, compré unos deliciosos mangos, pude recorrer sus alrededores y visité su tradicional Mercado público construido en 1929 el cual ya está restaurado y que queda al lado del río Sinú quede asombrada con su belleza, con un estilo muy marcado que te lleva a otra época, de bonanza económica y del malecón, con transporte fluvial intenso y dinámico, ya pueden ustedes leer aquí hasta donde “llegó mi imaginación” con tanta historia a mi alrededor.

   

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La verdad es que me encanta conocer, hablar con las personas y escuchar sus historias realmente inspiradoras, que me transportan y me enseñan realmente de la zona que estoy visitando, compartir su cultura y costumbres, ver que hacen en sus días normales, eso me gustó de Lorica, un lugar de gente linda, amable y llena de anécdotas por contar.

Pero debía seguir mi camino, pues el tiempo era corto y quería conocer muchas cosas a la vez pero también merecía un delicioso descanso en el mar, era lo más esperado de mi viaje.

 

Y como me gustan los paisajes, tenía que tomar una lancha y sumergirme en el abultado manglar donde pude apreciar mucha fauna y animales silvestres, aves migratorias muy grandes y hermosas, mejor dicho debes llevar tu cámara para poder disfrutar de unas buenas fotografías, todos estos lugares son fáciles de conocer, es solo preguntar en el lobby del hotel por ellas y te aseguro que te organizan un buen plan, todos estos servicios son los que uno quiere encontrar en un hotel.

Luego llegamos a una casa que es flotante en medio del mar, para poder disfrutar del atardecer, jugar en el agua, hidratarnos y finalmente relajarnos en el agua con la majestuosidad de los colores que brinda la caída del sol en la Bahía de Cispata.

En la noche compartir en la piscina los mejores cocteles y bebidas con tus amigos, relajarte y sentir que la energía realmente se transforma es la mejor sensación que puedes tener en un viaje.

 

 

Paotelomuestra te recomienda, a ojo cerrado, Cispata Marina Hotel, un lugar ideal para el descanso y la conexión con la naturaleza, con 16 confortables casas de playa de dos niveles con acomodación para 8 personas y 26 cómodos apartamentos para 2, 4 y 6 personas, con Restaurante – Bar y Bar húmedo, perfecto para ir en pareja o en plan familiar y de amigos, anímate a conocer, vivir experiencias mágicas, prepara tu vestido de baño, ropa cómoda, antimosquitos, bloqueador y unos buenos tenis para caminar y ven a disfrutar de este estilo viajero que te llenará tu cabeza de momentos inolvidables en un lugar al que vale la pena volver con todos los que amas y recomendar a ojo cerrado y corazón abierto.

 

 

 

 

Por,

Pao Te Lo Muestra